¿Quién dijo que la fusión entre la cocina tradicional y la innovación gastronómica era un invento para gourmets pretenciosos? Si piensas eso, pásate por el número 4 de Molina Lario, en Málaga capital; se vendrán abajo todos tus prejuicios.
La Rebaná es de esos restaurantes asociados a un nombre propio, el de Carlos Caballero Sanguino, un conocido cocinero que combina a la perfección el clasicismo culinario y la modernidad sin elaboraciones estridentes. Situado junto a la Catedral, de este local destaca su surtido de embutidos ibéricos y de quesos, sus milhojas y sus bases de pan, entre otros caprichos; su carta de vinos típicos de la tierra y sus postres, a los que renunciar debería ser tipificado como delito. Cualquier sugerencia es buena, y para muestra, un botón: el mollete de pringá, la rebaná de cebolla dulce y queso brie, la ensalada templada de langostinos, el paté de foie con arándanos y Pedro Ximenez y el coulant de chocolate son irresistibles.
¿Un reto? Pásate por allí, imprégnate de su olor y si eres capaz de abandonar el local sin tomar asiento junto a uno de sus barriles, frente a la barra o en sus mesas para dos, cuatro, seis o incluso más comensales es que no tienes olfato... ni buen gusto. Por los precios no te preocupes: tu bolsillo y tu tarjeta de crédito te lo agradecerán casi tanto como tu paladar.
Un consejo: en fechas señaladas, mejor reservar.
Cómo llegar: visualiza el mapa
Visita su web: http://www.larebana.com/
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